lunes, 25 de octubre de 2010

Teoría y práctica del entusiasmo IV



¿Has leído mis tres anteriores posts? Si no los has hecho, échales un vistazo antes de leer éste, porque te pondrá “en situación”.
“El comité de sabios
“cuando termino de tocar ellos llegan
“no me permiten que me salte las reglas
“ni que hable de más
(…)
“y ahora quieren que pierda la oportunidad
“de decirles que no me interesa saber su verdad.

Son los versos de Jaime Códoba en su CD Micrófonos en la basura. Su impertinencia juvenil me llega. Yo hubiese debido haber sido así. Me emociono con sus canciones pero lo disimulo en plan ir sobrado de testosterona. Toca el piano con maestría. Edu ironiza y le dice que le recuerda a Lumbago. Jaime asume la broma, reconoce su deuda con Cohen, con Tom Waits. Yo apostillo que Waits y Cohen se quedaron a medias, a pesar de sus respectivos genios, con su profesionalidad musical; en ese preciso momento, los tres conectamos.
Mientras tanto, Mónica Tocina y Viviana Szpilca ríen sesudas, dirigen intuitivamente, también conectan, dejan hacer, hacen, divierten y dejan divertirse.
Entre cancion y canción de Jaime, Edu Mutante hace del cinismo virtud, divierte con elegancia… y a micrófono cerrado, es el doble de bueno que a micrófono abierto.
Todos hemos aprendido lecciones de vida y talento en esta mañana de domingo.
Vaya, me gustaría que las cosas fuesen así con más frecuencia.
Y que rodujesen resultados tangibles.
La vida en estado puro: entusiasmo.

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